Introducción a la Cirugía PRK
La cirugía PRK (Queratectomía Fotorrefractiva) es una técnica de corrección de la visión mediante láser, utilizada para tratar miopía, hipermetropía y astigmatismo. Este procedimiento se ha convertido en una alternativa popular a la LASIK (Queratomileusis in situ asistida por láser), especialmente para aquellos pacientes con córneas delgadas o secas. La PRK fue el primer tipo de cirugía ocular láser para la corrección de la visión y ha evolucionado significativamente desde su introducción en la década de 1980.
El procedimiento de PRK implica varios pasos cruciales:
La recuperación de la PRK implica varios días de molestias oculares, durante los cuales se recomienda seguir una serie de cuidados específicos:
Aunque tanto la PRK como el LASIK tienen como objetivo corregir errores refractivos y reducir la dependencia de gafas o lentes de contacto, hay diferencias clave entre ambos procedimientos:
La cirugía PRK sigue siendo una opción viable y segura para la corrección de errores refractivos, especialmente en pacientes con ciertas condiciones corneales que los hacen no aptos para LASIK. Aunque implica un tiempo de recuperación más largo y mayor incomodidad postoperatoria, sus ventajas como la menor invasividad y la ausencia de complicaciones relacionadas con el colgajo la hacen una alternativa atractiva. Con la evolución continua de las técnicas y tecnologías, la PRK sigue ofreciendo resultados visuales satisfactorios y duraderos.