La cirugía de cataratas es uno de los procedimientos más comunes y exitosos en el campo de la oftalmología.
30 minutos
Indolora
24 a 48 horas
Una catarata es la opacificación del cristalino, una estructura transparente del ojo que ayuda a enfocar la luz en la retina. Con el envejecimiento, las proteínas del cristalino pueden descomponerse y agruparse, formando áreas turbias. Además del envejecimiento, otros factores de riesgo incluyen la diabetes, el tabaquismo, la exposición prolongada a la luz ultravioleta y ciertos medicamentos.
La cirugía de cataratas generalmente se realiza de manera ambulatoria y es rápida, con una duración de aproximadamente 30 minutos. El procedimiento más común es la facoemulsificación, donde el cirujano realiza una pequeña incisión en el ojo y usa ultrasonido para descomponer la catarata en fragmentos pequeños, que luego se aspiran. Después, se inserta una lente intraocular (LIO) para reemplazar el cristalino opaco.
La recuperación de la cirugía de cataratas es generalmente rápida. La mayoría de los pacientes experimentan una mejora significativa en su visión dentro de las primeras 24 a 48 horas. Sin embargo, es importante seguir las instrucciones del médico y usar las gotas oftálmicas recetadas para prevenir infecciones y controlar la inflamación. Se recomienda evitar actividades intensas y proteger el ojo de cualquier trauma durante las primeras semanas. Las revisiones postoperatorias son cruciales para asegurar que la recuperación progrese adecuadamente y para ajustar cualquier problema que pueda surgir.
La cirugía de cataratas tiene una alta tasa de éxito y los beneficios incluyen una visión más clara, colores más vivos y una mejor calidad de vida. La mayoría de las personas recuperan una visión casi normal, permitiéndoles retomar actividades que antes eran difíciles o imposibles. Sin embargo, como cualquier cirugía, existen riesgos potenciales, aunque poco comunes. Estos pueden incluir infecciones, inflamación, aumento de la presión ocular, y desplazamiento de la lente intraocular. Es fundamental discutir estos riesgos con el cirujano antes del procedimiento.
La cirugía de cataratas es una intervención segura y efectiva que puede restaurar significativamente la visión y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Con los avances tecnológicos y las técnicas modernas, este procedimiento se ha convertido en una solución accesible para tratar una de las principales causas de ceguera reversible en el mundo. Consultar con un oftalmólogo experimentado es el primer paso hacia la recuperación de una visión clara y saludable.